La antigua Clínica ISS del barrio Los Andes podría ser demolida totalmente para dar paso a un Centro Comercial y de Servicios o un proyecto urbanístico, que será construido en los próximos dos años.

Un aviso de la Curaduría Urbana número 1 de inicio de trámite administrativo es el primer paso de lo que a futuro está por venir en este lugar.

El área que será demolida cuenta con unos 23.625 metros cuadrados, en la calle 57 entre carreras 24 y 25.

El proyecto tiene por nombre Centro Comercial y de Servicios Los Andes y como solicitante aparecen dos empresas: Proyecto clínica Los Andes S.A.S y una empresa de nombre Innovative Health Solutions S.A. 

En otra información de la valla se lee que la empresa Concreto S.A. será la encargada de la construcción. 

El predio fue vendido en 2012 por Cisa a Helm Fiduciaria S.A por $7.800 millones.

La valla en el predio no significa que todavía los solicitantes tengan licencia porque esta la dará la curaduría una vez se surta con el paso previo del esquema básico de implantación.

Esquema básico de implantación

Por ser el uso del suelo insitucional, los ejecutores del proyecto deben primero tramitar ante la Secretaría de Planeación el Esquema Básico de Implantación, EBI, según el decreto 327 de 2015.

Este esquema, según la norma, "es exigido para aquellos proyectos que generan impactos urbanísticos (sea por su escala o actividad) para obtener su respectiva localización y derecho a desarrollar un uso en determinada escala en un sector determinado de la ciudad". Además "pueden proponer un cambio de uso con una contraprestación para el Distrito de una cesión para espacio público de parques y equipamiento del 25% de su suelo".

Hasta los perros desaparecen

La Clínica ISS de Los Andes perteneciente a la ESE José Prudencio Padilla, fue uno de los centros asistenciales más completos de la Región Caribe. Con 320 habitaciones y 12 sala de cirugías.

Desde 2006 con la liquidación del Seguro Social, algunos activos de la compañía pasaron a CISA para ser vendidos. En todo ese proceso de compraventa, la clínica pasó de atender pacientes y salvar vidas a ser un lugar sombrío y peligroso, en cuyo exterior es pertinente caminar presurosos y en su interior, a ser habitado por murciélagos, roedores y reptiles.

Pese a tener vigilancia permanente, el lugar ha soportado el acecho de quienes permanentemente quieren entrar a ver que queda para llevárselo. O de quienes simplemente ven la soledad para consumir droga.

Incluso un vecino comentó que dos perros con los cuales el guardia privado hacía ronda desaparecieron y luego fueron hallados muertos.

Las carreras que circundan la antigua clínica están marcadas por la soledad que trae un lugar a oscuras. Frente a la clínica sobreviven negocios de muchos años como el quiosco de frutas que sobrevive por el CARi; dos farmacias, un restaurante chino y los vecinos de más de 30 años.

Una señora que pasaba por el lugar, dijo que de ser cierto lo que dice la valla, un centro comercial le daría vida a este sector.

Los vecinos del barrio Los Andes, una vez la valla fue instalada en el lugar, están atentos para ver si por fin este sector de la ciudad mejora su imagen.